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Chorche y Silvia en la Conchinchina

Despedida y cierre

 

Tras 13 horas de vuelo de Bankok a Madrid más 1:30 de Saigon a Bangkok  y luego un ratito más de Ave llegamos ayer martes a nuestra casita. Desde la distancia hacemos balance de estos días por allí…..

Podemos decir que es muy fácil viajar y moverse por Vietnam, con un poquito de inglés quien no viaja por libre es porque no quiere y no lo ha probado,………  hay que animarse

Los hoteles estaban muy bien y te facilitan cualquier gestión para el viaje aunque en algunos casos las comisiones eran importantes, también las calles estaban llenas de agencias de viaje que te hacían el mismo papel, con lo cual podías ir preparándolo todo sobre la marcha. Las mini-excursiones que hacíamos con las agencias eran una forma de conocer gente de otros sitios con la que compartir experiencias, lo cual también estaba muy bien.

Vietnam es muy chulo pero tal vez no nos haya impactado tanto debido a que hace año y medio estuvimos por China y el choque cultural lo tuvimos allí. La vidilla en la calle, desde el punto de la mañana hasta la noche, el trajín de la gente con sus bicicletas y sus motos, la gente trabajando en los campos de arroz con el agua hasta las rodillas…Quien vaya a Vietnam va a ver un país fascinante en cuanto a gente, cultura y paisaje pero casi nada de arquitectura ya que queda muy poquito tras todas las penalidades que han tenido que sufrir, ciudades como las que vimos en China no las hemos visto aquí…

 

 

 

En Vietnam las distancias son asumibles y te puedes mover muy bien en tren nocturno así que quien tenga respeto a los aviones no tiene porque morir a su palo, pero  por otro lado los precios de vuelos internos también son económicos así que se puede echar mano de todos los recursos. Quizá lo más impactantes es ir por carretera, sobre todo por el norte, ya hemos comentado en algún post lo impresionante que es ver que allí no se respetan carriles, se adelanta en curvas sin visibilidad, bebes, niños y adultos comparten motos y bicis sin número máximo de ocupantes, si no tienes una moto no eres nadie, y si no pitas menos, je,je, una locura…

Por otro lado muchos nos han hablado de la proverbial amabilidad y buen talante de los vietnamitas, nosotros la verdad no hemos visto grandes detalles, tampoco lo contrario. Pensamos que en unos años, allí donde ha llegado el turismo pronto se han dado cuenta que el mito occidental no existe, han visto rápido que somos como ellos, tal vez incluso más tontos y que si quieren nos puede sacar el dinero fácil por lo que  desgraciadamente tuvimos que tomar la precaución de preguntar el precio antes de pedir nada, sino te tocaba discutir .... y mucho, regatear precios exorbitantes que luego se quedaban en precios de risa, o al revés pagabas de más y en el chiringuito de la esquina te dabas cuenta que algo valía la mitad. Seguro que alguien dirá para cualquier occidental eso  no es dinero, pero tampoco te gusta que te tomen el pelo… Es una pena pero muchas veces te sentías como un dólar con patas y eso te hacía estar siempre a la defensiva y desconfiar.

Sobra decir que lo bueno que tiene de viajar a Vietnam es que por poco dinero puedes disfrutar de pequeños lujos que de otra manera en occidente no serían posibles, los precios de hoteles, excursiones, comidas, recuerdos, te hacen caer en las redes del consumismo turístico exacerbado.. je,je. Y aquí empieza el juego a veces, pulso en otras ocasiones con el vietnamita que ve en ti su presa facil…

 

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La comida no nos ha dado problemas lo que es de agradecer después de haber sufrido los reveses de China. En el norte comimos muy bien pero donde mejor con diferencia en Hoi An, la comida allí estaba realmente deliciosa. El Pho que también era típico del país nos pareció bastante aburrido (sopa con nodlees). Los nems (rollitos de primavera pequeñitos) eran un recurso siempre a mano. Al final del viaje cayó también alguna pizza, la necesidad de algo de comida occidental se hacía cada vez más fuerte. La fruta es un fuerte que tienen allí por todos los lados puedes encontrar puestos donde venden todo tipo de frutas que por aquí son desconocidas y que están realmente buenas.

El gobierno vietnamita se esfuerza por cuidar al turista. Hay una policía para turistas que en lugares como Saigón (Ho Chi Minh) está en los sitios más frecuentados pendientes de que no te vengan  a pedir o de que te dejen pasar por el paso de cebra. Además no abusan de los turistas en cuanto a las entradas. Una entrada media podía costar unos dos euros.

En definitiva, que volvemos aquí emborrachados de orientalidad y apesadumbrados de volver a la realidad, vemos las fotos y nos damos cuenta de lo fascinante que ha sido pero que ya se ha acabado…

Muchas gracias a todos por habernos leído y por vuestros mensajes!!!

 

 

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